Los físicos suelen cuestionar cada descubrimiento o teoría que presenta un colega. Pero uno de los puntos en que todos suelen estar de acuerdo es en el origen de nuestro Universo. La teoría más aceptada dice que hace unos 13.700 millones de años tuvo lugar un evento extraordinario, al que llamamos Big Bang (Gran Explosión) que no solo originó toda la materia que hoy observamos sino también las leyes físicas que rigen su existencia, incluidos el espacio y el tiempo. El hecho de que haya sido el propio Big Bang el que originó el tiempo hace que, si la teoria actual fuese 100% correcta, no tenga mucho sentido hablar de eventos que hayan ocurrido antes que esta super explosión.
Sin embargo, imágenes tomadas por el satélite WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) y analizadas por el prestigioso físico Roger Penrose -si aún no leíste sus libros “La Nueva Mente del Emperador” (1991) o “Lo grande, lo pequeño y la mente humana” (1999)no tienes idea de lo que te estás perdiendo- podrían evidenciar la existencia de un Universo anterior al que hoy ocupamos. No se trata de un descubrimiento menor. En absoluto. Si la hipótesis de Penrose es correcta, los extraños “círculos concéntricos” que aparecen sobre el fondo cósmico de microondas y fotografiados por el WMAP serian la prueba de que en realidad ni el espacio ni el tiempo comenzaron con “el” Big Bang, sino que el Universo efectúa un ciclo -probablemente infinito- de “rebotes”, cada ciclo comenzando con un nuevo Big Bang. Penrose, basándose en estas imágenes, sostiene que lo que actualmente percibimos como “nuestro universo” no es más que uno de los muchos ciclos por los que transita El Universo. Solo se trata de uno de muchos, no es el primero, ni será el último. Por supuesto, al conocer la noticia más de cuatro físicos se han metido de cabeza dentro de un frasco de tranquilizantes, ya que este nuevo concepto demuele los cimientos del modelo cosmológico del Universo inflacionario al que casi toda la comunidad científica subscribe.
Por supuesto, Penrose ha pasado bastante tiempo analizando los datos disponibles antes de lanzar semejante bombazo. Además de las imágenes del WMAP, el físico se ha planteado, por ejemplo, si realmente el estado de entropía existente antes de la existencia del Universo actual era el adecuado para que tuviese lugar el Big Bang. La primer consecuencia que tiene el modelo propuesto por Penrose es que, tarde o temprano, el Universo dejará de expandirse y colapsará sobre si mismo, en un “Big Crunch” cósmico para luego volver a explotar, dando lugar a un nuevo ciclo. En realidad, la idea no es nueva -los físicos discutieron durante décadas sobre si algún día el universo colapsaría sobre si mismo o no- pero hasta ahora no había pruebas que corroboraran esa teoría.
El fondo cósmico de microondas, compuesto por los “residuos” electromagnéticos del propio Big Bang y detectable en cualquier dirección del espacio hacia la que apuntemos un telescopio, podría ser la primer prueba irrefutable de que el Universo inflacionario no existe. os “círculos” fotografiados por WMAP y analizados a lo largo de 7 años por el mismo Penrose junto a su colega Vahe Gurzadyan, corresponden a regiones del Universo que son más “frías” que el resto. Estos científicos afirman que a través de esas regiones estamos atisbando los restos del Universo que existió en el ciclo anterior. Dejando de lado las fórmulas y teorías avanzadas, si el Big Bang hubiese tenido las características que describe el modelo actual, ese fondo debería tener una temperatura muy uniforme, algo que estos círculos desmienten categóricamente. Si no hay algún error en WMAP o en el razonamiento de Penrose y Gurzadyan, el destino del Universo será algo muy diferente a lo que creíamos hasta hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario