BUSCADOR

VISITAS

ARCHIVOS DEL BLOG

viernes

PIONEROS DE LA ASTRONOMIA

El Paleolítico Superior, periodo de tiempo que va desde 40.000 a 10.000 años a.C.. se caracterizó por un conocimiento astronómico muy básico. Son muy pocos los indicios que se han descubierto, pero el haber dominado el fuego, trajo como consecuencia el desarrollo ulterior de la humanidad. De la última glaciación, la humanidad emerge con un conocimiento primario que la va a permitir iniciar su desarrollo. Se atribuye a esta era, el inicio del conocimiento astronómico de la humanidad: el hallazgo de huesos tallados, mostrando secuencias de 28 o 29 puntos, es una clara alusión a la medida de las lunaciones. De manera similar se han encontrado labrados en piedra, de lo que se cree son representaciones del Sol, la Luna y las estrellas. 

La revolución neolítica 

La mejora de sus herramientas de trabajo le permitió incrementar su dieta alimenticia y por primera vez, la raza humana, mejor alimentada, comienza a profundizar sus habilidades existenciales. Con el Neolítico, adviene la agricultura y con ella la necesidad de precisar los mejores momentos para realizarla. Se han descubierto asentamientos agrícolas que ya existían en el año 9.000 a.C.. y pueblos organizados, como el de las cercanías de Chatal Huyuk, al suroeste de Turquía, que en el año 6.500 a.C., que poseía casas de dos pisos que permitían alojar a unas veinte personas. El cultivo de la tierra trajo como consecuencia dos factores: necesidad de predecir los movimientos de los astros principales (el Sol y la Luna) en el cielo y agotamiento de la fertilidad del suelo por la monotonía del cultivo. 

Predicción de los movimientos del Sol y la Luna. 

 Con el transcurrir del tiempo, la raza humana tuvo que vincular los cambios climáticos con las posiciones del Sol en el cielo. Al repetirse las temporadas de frío o calor, lluvia o sequía, debió preocuparse por poder predecir sus instantes de ocurrencia: había nacido la Astronomía de posición. Para poder determinar los puntos de salida y puesta del Sol, comenzó a fabricar alineaciones de piedra o palos. Con el correr de los años fue afinando sus observaciones y mejorando sus métodos de predicción. Son ejemplos de estas estructuras: Las alineaciones de Carnac y Le Menec, en Francia, de 4 y 1 Km, tienen 2.934 y 1.099 bloques de piedras (menhires) respectivamente. Se encuentran alineados con la salida del Sol en las fechas en que debe comenzar la siembra (6 de mayo y 8 de agosto). Los análisis arrojan una antigüedad de 6.700 años a.C.. 

Stonehenge, en Inglaterra, complejo de círculos para determinar la salida y puesta del Sol y la Luna a través de todo el año. Uno de sus círculos internos; el Círculo de Sarsen, está compuesto de 30 bloques de piedra, uno de los cuales es la mitad de los otros: los estudiosos coinciden que es una clara alusión a los 29,5 días que dura cada lunación. Se le calcula una antigüedad entre 3.700 a 2.100 a.C.. Ya en el año 2.500 a.C. se utilizaba para calcular eclipses de Luna. Una de las regiones del planeta que se vio beneficiada con el fin de la era glaciar, fue Mesopotamia. De hecho se piensa que esta zona del planeta es el punto de partida de la civilización actual; ya que se ha determinado influencia sumeria en las civilizaciones egipcias, hindú y china. Una de las primeras y más sencillas teorías astronómicas es el Universo de las dos esferas. 

Desde el S.IV a.C. La mayoría de los pensadores y astrónomos griegos, creían que la Tierra era una pequeña esfera inmóvil en el centro geométrico de otra esfera en rotación de Oeste a Este, mucho más grande, que arrastraba con ella a las estrellas. Más allá de esta enorme esfera no había nada, ni espacio, ni materia. La insuficiencia más importante del modelo de las dos esferas reside en el especial y aparentemente complicado movimiento de los planetas. Eso convertía en poco probable la presunción que los planetas se encontrasen situados en la esfera exterior, de manera que los astrónomos griegos comenzaron a rellenar el espacio entre la Tierra y la esfera de las estrellas con otras esferas para cada uno de los planetas. 

La proximidad relativa de las esferas planetarias a la Tierra se decidió de acuerdo con la velocidad del planeta correspondiente. Así, el planeta más lento, Saturno, se colocó cerca de las estrellas fijas; la Luna, la más rápida de los planetas cerca de la Tierra. Aristóteles se basó en el modelo anterior a la hora de formular su cosmología. El Universo, para Aristóteles, lo formaba un conjunto de carcasas cristalinas concéntricas en las cuales estaban incrustados los planetas.

No hay comentarios: