John Glenn era la encarnación de la carrera espacial de Estados Unidos. Fue el primer astronauta de la NASA en orbitar la Tierra, en 1962, y décadas más tarde, en 1998, se convirtió en el hombre de mayor edad en volar al espacio, con 77 años. Piloto de combate en la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea, piloto de pruebas y miembro de los Siete de Mercury, los primeros astronautas norteamericanos, Glenn falleció a los 95 años.
Glenn era de los últimos componentes de aquel programa que todavía vivía, y fue también uno de los que alcanzó más fama. Fue senador, amigo de los Kennedy y su carrera como astronauta conecta los inicios de la NASA con su época más reciente. Sólo le faltó participar en el programa Apolo para haber vivido todas sus etapas. Las cápsulas Mercury eran pequeñas y sólo tenían capacidad para un tripulante, que no tendría, precisamente, un viaje cómodo. Para ayudar a que los astronautas pudieran soportar mejor las intensas fuerzas del lanzamiento, que podían llegar a superar en tres veces la gravedad de la Tierra, la NASA hizo moldes del cuerpo de cada uno de los Siete de Mercury para construir asientos personalizados para ellos. Las cápsulas Mercury, al igual que las Vostok rusas, tenían un espacio muy reducido para los astronautas. El vuelo de Glenn fue el tercero del programa, y el primero que llegó a la órbita terrestre, y estuvo metido en la nave durante las 4 horas y 55 minutos que duró el vuelo, y las casi cuatro horas en las que tuvo que esperar en la rampa de lanzamiento a que se solucionaran diversos fallos técnicos antes del lanzamiento.
John Glenn dio tres vueltas completas a la Tierra, y durante la primera empezó a experimentar problemas con uno de los impulsores que debía controlar la rotación de la nave. En esa primera órbita contó también que veía por la ventanilla como unas "luciérnagas" que se movían lentamente junto a la cápsula, y que desaparecieron cuando la Friendship 7 se adentró en el lado diurno del planeta. Alan Shephard, el primer astronauta de la NASA en ir al espacio, también las había visto. Se dijo después que eran cristales de hielo desprendidos de algunos sistemas de la nave. Todos los miembros del Proyecto Mercury bautizaron a sus naves con nombres más simbólicos que los que utilizaba la NASA para denominar cada misión. La de John Glenn era la Mercury-Atlas 6, pero él eligió el nombre Friendship 7, que fue pintado en el exterior de la cápsula. El número 7 se añadió a todos los vuelos del proyecto, para indicar que había siete astronautas en él. Los astronautas entraban a las cápsulas Mercury por una estrecha escotilla. Éstas medían 3,3 metros de alto y 1,8 metros de ancho, y el espacio habitable era de 2,8 metros cúbicos. Su tripulante estaba tumbado con la espalda sobre el escudo térmico, que era la posición en la que los científicos habían descubierto que se podían soportar mejor las altas fuerzas G del lanzamiento.
Los Siete de Mercury
John Glenn formaba parte de los siete primeros astronautas de la NASA, reclutados para el Proyecto Mercury. Conocidos como los Mercury 7, junto a Glenn figuraban también Gus Grissom, Scott Carpenter, Alan Shephard, Deke Slayton (el único que no voló en una cápsula Mercury), Gordon Cooper y Wally Schirra. Grissom fallecería en el accidente del Apolo I, en 1967, y de todos ellos, sólo Shephard iría a la Luna, en la misión Apolo XIV. El traje espacial del Proyecto Mercury era una modificación de los trajes presurizados que empleaban los pilotos militares que volaban a gran altura. Su nombre oficial era Navy Mark IV, y los astronautas tenían que llevar en la mano la unidad de ventilación. Como eran los primeros vuelos tripulados de la NASA, los astronautas llevaban en su cuerpo sensores de todo tipo que registraban sus respuestas físicas a los rigores del vuelo. En 1998, con 77 años y 36 después de su vuelo a la órbita terrestre en la cápsula Mercury, John Glenn se convertía en el astronauta de mayor edad en ir al espacio al participar en la misión STS-95, del transbordador Discovery. Era sólo su segundo vuelo al espacio, y su presencia dio un notable impulso promocional a una misión que debía realizar varios experimentos de biociencia y observaciones astronómicas.
En 2012, el presidente Barack Obama entregó a John Glenn la Medalla
Presidencial a la Libertad. Para entonces, era el único superviviente
del grupo original de astronautas de la NASA y también había dejado
atrás su carrera como senador. Llegó a estar entre los posibles
candidatos a vicepresidente por el partido demócrata en 1976, 1984, 1988
y 1992.
Su participación en la misión STS-95 fue criticada desde algunos
sectores como un favor político que el presidente Bill Clinton debía a
Glenn. Éste, sin embargo, defendía la importancia científica de su vuelo
al espacio, y criticó después que la NASA no continuara esas
investigaciones sobre el envejecimiento con otros astronautas de su
generación.
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