El universo total, es decir, la totalidad de todo el tiempo y el espacio es inmensamente grande, mucho, mucho más grande que el universo observable; es decir, mucho más grande que nuestro universo. No es especulación, es una consecuencia directa de lo que sabemos del mundo.
Hoy no podemos prescindir de los universos múltiples sin abdicar de algunas de nuestras mejores teorías físicas (Big Bang, mecánica cuántica, teorías de cuerdas, etc...). En cierta forma, esas teorías nos "obligan" a asumir que hay otros universos.
Durante siglos, la cosmología ha asumido que el objetivo de toda la historia natural del universo era llegar al ser humano. Hoy sabemos que no es así.
Las teorías del primer nivel son una conclusión que surge de forma directa de la inflación cosmológica, del hecho de que el universo total esté en expansión. Esa expansión crea zonas desconectadas causalmente del resto o, lo que es lo mismo, universos paralelos. Según estas teorías, los universos tienen las mismas leyes físicas que el nuestro. Si funcionan como universos diferentes es porque están aislados entre sí.
Las teorías de segundo nivel no están de acuerdo con esto último. Al fin y al cabo, nuestro conocimiento del mundo físico puede estar mediado por el universo en que vivimos. Los teóricos de segundo nivel creen que las leyes físicas son "como el agua que cambia de forma según el recipiente": nosotros conocemos las leyes efectivas de este universo, pero no tienen por qué ser siempre las mismas.
Por tanto, proponen que esas diferentes zonas del universo podrían tener propiedades físicas diferentes a las nuestras (constantes físicas, número de dimensiones o partículas fundamentales). Este tipo de teorías surgen de conjugar la inflación cosmológica con la teoría de cuerdas.
Los niveles I y II dibujan universos que se parecen al nuestro en muchos sentidos. Pero conforme subimos de nivel, las hipótesis se separan cada vez más de las propiedades físicas que conocemos. Las teorías de nivel III, por ejemplo, surgen de una de las interpretaciones de la mecánica cuántica.
En la visión de Hugh Everett, los procesos aleatorios cuánticos provocan la diversificación del universo en universos paralelos. Simplificando, estas teorías sugieren que, efectivamente, hay unos universos en los que el gato de Schrödinger está vivo y otros en los que está muerto.
Las teorías de nivel IV van más allá. En esos universos no cambian solo las teorías físicas, sino las propias matemáticas. Son realidades tan radicalmente distintas, que no somo capaces de imaginar
Ya sean zonas del universo desconectadas causalmente de nuestro universo, ya sean realidades cuánticas complejas: los universos paralelos no son teorías exóticas de físicos estrambóticos, son consecuencias directas de nuestro conocimiento actual del mundo. Y contra eso hay poco que hacer.
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