El Transbordador Espacial Challenger fue el segundo orbitador construido por la agencia espacial, volando por primera vez el 4 de abril de 1983 y realizó 9 misiones antes de desintegrarse en su despegue número 10, el 28 de enero de 1986, donde murieron sus siete tripulantes. Esta nave fue reemplazado por el Transbordador Espacial Endeavour que voló seis años después del accidente en 1992. El nombre de la nave espacial proviene del HMS Challenger, una corbeta británica que llevó a cabo la expedición de investigación marina global en los años 1970.
Fue construido a partir de una estructura que no estaba diseñada para los vuelos espaciales pero la NASA consideró que era más barato el equipamiento que un diseño nuevo. A esta nave y a las que vinieron a continuación se le hicieron modificaciones en cuanto al número de losetas; el Challenger tenía menos losetas que su hermano, el Transbordador Espacial Columbia. La mayoría de las losetas en las puertas de cargas y la parte superior de las alas y la parte trasera del fuselaje fueron reemplazadas por un aislamiento llamado "nomex" de color blanco lo que le permitió disminuir peso a la estructura y aumentar la capacidad de carga en 1.130 kilogramos. Fue la primera nave en llevar el sistema de pantallas HUD que es similar al que se usa en los aviones militares y civiles moderno. Está formado por una pantalla transparente en el cristal frontal de la cabina en la cual se proyectan los datos y parámetros de vuelos fundamentales; así los pilotos no necesitan desviar la vista de la pista para leer los instrumentos y se logra una mejor concentración en el vuelo. Después de su primer despegue esta nave se convirtió en el tren de carga de la agencia espacial, llegando a volar en más misiones por año que el Transbordador Espacial Columbia.
Entre los años 1983 y 1984 voló el 75 % de las misiones del programa espacial de la NASA, incluso, más adelante cuando se unieron el Transbordador Espacial Discovery y el Transbordador Espacial Atlantis a la familia de las naves de la agencia, ésta aeronave volaba en tres misiones al año entre los años 1983 y 1985. Entre los logros alcanzados por la aeronave se cuentan, la primera mujer estadounidense, el primer afroamericano y el primer canadiense en el espacio, además del primer transbordador en despegar y aterrizar de noche y también fue esta aeronave la primera en ser destruida en un accidente durante en una misión. Entre el 4 de abril de 1983 hasta el 30 de octubre de 1985 había realizado 10 misiones con éxito total.
El Accidente
Se destruyó a los 73 segundos de su despegue cuando realizaba la misión 51-L del programa espacial de la agencia el 28 de enero de 1986 como consecuencia del fallo de una junta tórica en la unión de dos secciones del cohete acelerador derecho que falló en su función de estanqueidad y dejó escapar al exterior los gases generados por la ignición. En el instante del despegue, cuando los SRB son encendidos el cohete derecho dejó escapar una nube de humo negro nueve veces en un período de 2.5 segundos deteniéndose cuando la nave se impulsa en el aire. Durante la ignición el transbordador se ladea 1 m de lado a lado y en cada oscilación deja escapar el humo inusual. El combustible de los SRB está enriquecido con virutas de aluminio para que le da más empuje. Se piensa que la escoria de aluminio sellara momentáneamente la fisura de la junta, retrasando un poco la explosión.
Las juntas fallaron fundamentalmente por la compresión repetida ejercida sobre ellas en el montaje y las bajas temperaturas a las que se sometieron en la rampa de lanzamiento mientras esperaba el día del lanzamiento agravaron más la situación. Estas anomalías fueron advertidas por los Ingenieros de Morton Thiokol, los fabricantes del cohete y advirtieron a la NASA pero por la presión de la misma agencia espacial los ingenieros de Morton Thiokol cedieron y autorizaron el despegue. Luego de 58 segundos del lanzamiento la nave pasa a momento Q (se le denomina así a la inestabilidad) debido a que cruzó por una fuerte corriente de viento que provocó que la junta se abriera nuevamente provocando que una columna de fuego se escapara por la abertura y quemara el tanque de combustible externo; de esta forma una vez perforado el tanque externo el hidrógeno líquido del mismo comenzó a arder y cortó las abrazaderas que mantienen el SRB unido a todo el sistema, el cohete se balanceó y golpeó el ala derecha provocando que el montaje de la nave variara completamente de una manera muy brusca, giró e hizo sufrir al transbordador fuerzas aerodinámicas incontroladas.
El transbordador se vio envuelto en una gigantesca bola de fuego
provocando su desintegración casi en su totalidad, emergiendo la cabina
intacta de la explosión. Los siete tripulantes fallecieron por el
impacto de la cabina en el océano después de una torturante caída de
casi tres minutos. Las circunstancias de la muerte de los ocupantes de
la cabina se desconocen aún.
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